26 de julio de 2013

Los 40 de Dp3

Más allá de millones de rondas compartidas, la historia golfeta está plagada viajes, picadas, asados, hitos, eventos, y otros hechos que se repiten periódicamente, que no por ordinarios se convierten en olvidables.

Para los que estuvieron ahí, ¿cómo olvidarse del frío de aquel 9 de julio en 2003 en Golfers en la primer Lechon Cup, o del hielo pegado en las suelas en el mismo torneo disputado en Everlynks en 2011?
Los lechones asados en el jardín, Bustamante, el bar flotante, y los torneos de approach nocturnos, y las risotadas que retumbaban en las noches de Ayres.
Los chori de Gorosito, o el Matambrito de Domecq, o un asado sin golf en Nordelta sólo para sentarnos a planificar y no llegar a nada.
Por no mencionar los “Aditamentos” (quería usar esta palabra desde que la ví en el mail de los Amigolfistas) de indumentaria, como las camperas aportadas por la nueva Metropol, las gorras golfetas, los tees y pelotas personalizadas, o la camisa Duke del 2009 lucida en La Reserva Cardales…
Memorables.
En lo deportivo, desafíos grupales, Majors, puntajes, estadísticas, rankings, campeones, sub campeones, perros y palos de amasar…
La escapada de costumbre...

Y entre tantas costumbres hay una que empieza a repetirse. Empezó como una rareza, se volvió tendencia, y de a poco saca chapa de ritual. Porque es innegable si se revisa el historial minuciosamente. Y aunque no sabemos a ciencia cierta cual es la cancha más jugada por la masa Golfeta en buenos Aires, lo que sí está claro es cuál es la cancha más jugada en líneas compartidas fuera de la zona de residencia. Y esto es válido aún si se ignoran los Majors.

La Catedral es el campo que más veces fue visitado fuera de la ciudad, fuera de las fechas oficiales.
Dante. Siempre Dante.
Porque nadie se le resiste a un desafío a su viento y sus pendientes, si anda cerca de la Feliz. Nadie deja de pensar en cómo se verá volar su próximo drive en el 1 con ese fondo de puerto y barcos viejos, aunque el último haya sido un buscapié inmundo, atrapado por el rough. Ninguno quiere esperar 1 año para volver a desafiar los campos magnéticos de Alem y Juan B. Justo en el 3 y en el 4. Para pegar ese pitch en el 8, al que hay que darle sólido, con punch y con huevos, para que no se corte ni se enganche. Todos quieren revancha contra ese 10 que come pelotas o golpes con esos yuyos y bunkers demoníacos. Mojarle la oreja al par 5 del 13, que con viento a favor se hace corto , sólo para engañarnos y, con el viento en la cara, darnos una la paliza del 15 al 18. Intentar poder tirarle al maquiavélico green del 17, y terminar el día sobrevolando indemne las tablitas de Port Arthur en el 18. Y después, “Paredón y después”, llegar al house con la cara colorada del fresco marino, sentarse en la mesa ovalada de la esquina del bar y escuchar un chiste de Dante, acaso el tipo más alegre a esa altura de la tarde, con su chaleco, su moño y sus bigotes negros.

Depetris (que ahora habla de si mismo en tercera persona) no pudo esperar y encontró una excusa y tres complices para darse todos esos gustos el día que cumplía 40 pirulos.

Por qué le dirán La Felíz?

Fue acompañado por la CCC, que no es la Corriente Clasista y Combativa, sino Culasso, Castro y Cimadevilla, los 3 complices.

La excusa (como si hiciera falta una) fue la de ir a conocer las habitaciones que este año nos estará brindando el majestuoso MDPGC.

Flojita la vista...

José, o Luis, uno de ellos dos (que cuidan la el house alternadamente), nos esperó que volviéramos de cenar de Pehuén, el boliche de un acaudalado empresario Marplatense que no acepta efectivo, y que además es guitarrista frustrado. Y vicepresidente de la Nación. Dicen…


De la época de los clavos. Maderas de 1926.

Los 5, es decir los cuatro y José, o Luis, subimos al primer piso por la escalera, escuchando sólo nuestros propios pasos en la madera para empezar a sorprendernos con cada detalle.

José o Luis nos mostraba los cuartos y un rato más tarde nos estábamos tomando el Best Approach de Depetris en el 8. Porque Cima había aportado 3 sabrosas botellitas para premiar también al mejor Neto que a la postre también ganaría el cuarentón con 75. El Long Drive, en el 17 en cambio sería para “Rodilla Loca” Castro


Premio adelantado

Revelar más detalles sobre los dormis aquí es algo que no haremos. Es un privilegio que sólo tienen los socios del club, y que afortunadamente tendrán los golfetas en 2013.

Qué feo perdérselo…


2 comentarios:

Guido Culasso Moore dijo...

Gran viaje de Cumpleanios! Me gusta la costumbre... Cuando es el proximo??

Mortal el whiskardo en ese ambiente.

Anónimo dijo...

Impecable !!!
Estas escapadas son un oasis en medio del año. Disfrutando la Catedral sin presiones deportivas, compartiendo mates y charlas de ida y de vuelta, ... , que se repita.