The Lord of the Ring

Un fin de semana distinto para los Golfetas.
Esta vez la cita era lejos. Seguramente ninguno de ellos dejó de mirar a la derecha en el KM 60 para ver como le pegaba el sol de la tarde a Pilar Golf y todos habrán pensado "Ni hoy ni mañana, pero por un buen motivo..."
Las indicaciones para llegar eran claras, pero el terreno nos recordaba a un viaje a Ocaragua.
La vestimenta tampoco era la habitual, pero el evento la ameritaba.

Se trataba ni más ni menos que del casamiento del gran Mateo, y con esto no nos referímos al joven Manassero, estrella del golf de Italia, sino al astro de Arizona: Mateo Ajo, también conocido como Matt Garlick.

Como si se tratara de el cumpleaños de Mick Jagger hubo 2 cosas que no se pudieron evitar: las chicas querían estar en la foto, y la prensa no dejaría de acosar a la Comisión Directiva como si se tratara de los 5 Stones:

Rodeados de un círculo muy selecto de invitados y en una velada increible, donde todo fue perfecto (Clima, ambiente, música, bebidas, appetizers, off para los mosquitos, etc) la elegancia se mantuvo mientras fue estrictamente necesario.
Entonces, del glamour de la recepción donde se hablaba de temas trascendentes:

Un rato más tarde llegábamos a esto:

La ceremonia bilingüe había estado muy bien, pero a todos nos hubiera gustado ver al Reverendo Capón que se salía de la vaina por al menos echarse una bendición. Se cree que fue eso lo que lo hizo caer en el alcohol que lo llevó a un estado de trance para olvidar las penas de semejante decepción:

Pasaron muchas más cosas, pero acá es donde serán bienvenidas las anécdotas que cada uno haya registrado (y que se puedan publicar, Marianito!)

Hoy Domingo el Dr. Bolado fue a la cancha a ver como le choreaban a San Lorenzo 2 puntos de oro, así que no podemos dejar de mencionar que fue el ganador del torneo de Approach en Pedo. Aunque haya dudas del desenlace del mismo luego de sus declaraciones tras el apagón del reflector que lo dio por ganador: "Estoy harto de que me afanen... Lo tuve que desenchufar..."

Lo que tampoco podemos dejar de decir, y por eso lo dejamos para el final es que gracias a este casamiento, o deberíamos decir, Gracias a Ceci, este gringo que algún día estuvo coqueteando con volverse a la seguridad Jurídica de un país serio, o a volverse a estar con sus afectos que hoy se vinieron desde tan lejos para compartir con nosotros lo duro que es tenerlo lejos y lo alegres que los ponía este festejo,es que tenemos el agrado de que el Gaucho de Phoenix siga compartiendo su vida acá abajo con nosotros.

Ya no sólo depende de un dolar a 4 o a 8 pesos. Ahora el gringo tiene, además de la Golfeta, otra familia que nos lo asegura por acá hasta tanto se les ocurra volver a buscar otros rumbos, si es que eso pasa algún día.

Por ahora, el gringo echa raices. No es casual que se haya casado en El Ombú.