Repitiendo la frase "Somos los mejores", los primeros Golfetas en llegar a Potrerillo de Larreta el viernes por la noche alertaban por email a los que vendrían luego en avión con un "Prepárense para una Experiencia Religiosa". La frase poco tenía que ver con Enrique Iglesias (valga la redundancia) sino más bien con la arquitectura jesuitica que luego fuera adquirida por el escritor Horacio Larreta. Menos todavía con el desenlace que sobrevendría dos días después.
Los tres referentes de la moda también llamados: Plan Rombo.
El hospedaje, más satisfactorio para el espíritu que para las espaldas de los detractores de las camas blandas, casi como un presagio nos daba señales que nadie dejaba de percibir. Pero la Divina Belleza de este lugar estaba a menos de 100 metros, en una combinación de hoyos impactantes que recuerdan al Amen Corner, de Augusta National, escenario del Masters.
"Amén", justamente, dijeron varios cuando conocieron la combinación de los hoyos 5, 6 y 7. La experiencia religiosa se repetiría obviamente en la segunda ronda como para confirmar que no se trataba de un sueño...
Le podríamos llamar el Fernet Corner, pero sin dudas nos iríamos de la temática santa.
Y así, deslumbrados por el diseño del campo glorioso como si los 12 golfetas miraran de rodillas hacia un vitreaux atravesado por un rayo de luz celestial, la experiencia religiosa continuaba su marcha con una única interrupción. Los Santos de Boedo perdían (otra vez), pero en esta oprotunidad en manos de Atlético Rafaela. Sí, un hecho increible, inesperado, inexplicable, pero evidentemente predeterminado por el todo poderoso que parecía de buen humor para con sus feligreses, al menos a uno de ellos, su consentido, que festejaba infantilmente la victoria en el teléfono con su madre, famosa integrante de la barra brava de La Crema, que no se despega la Spica de la oreja durante los partidos.
El domingo, que es el día reservado para la consagración cristiana, rápidamente elevó a los Golfetas conocidos como "Los Farinellos" en un cabeza a cabeza muy parecido al match del campeonato Golfeta que hace pocos días se llevó Juan Pablo Capón.
Sin Photoshop: Esta fuente decora el jardín de una de las casas más imponentes de Potrerillo.
Allá por el 9 ya el duelo era entre ellos que no casualmete vestían el rojo carmesí del Obispado, a pesar de que muchos intentaban participar de la fumata blanca. Culasso estuvo cerca, pero no se rezó ni un Padre Nuestro. Depetris se iluminó en un momento, pero se quedó sin la ostia. Basile estuvo siempre ahí, pero la única fumata para él fue la de los habanos que convidó El Bicho. Febré, siempre Febré, se había tomado toda la sangre de Cristo (obviamente SANTA Julia), pero sabemos que con eso sólo no alcanza.
Capón. Buscando el milagro en el 18.
El de Rafaela, refieriéndonos al que no vino, seguramente desconfiaba de lo que veía en el leaderboard auspiciado por Scrolf.com. Ya había mandado un mail la noche anterior con el título "I Can't believe it, un Foglia prendido en la punta". Castiella se agarraba las mechas delante del monitor, comentando por email a la distanciá.
Y finalmente, mientras los primeros 8 esperaban la llegada del último grupo junto al green del 18, y justo en el momento en que Gabriel Foglia aparecía avanzando por el camino del señor (el señor que corta el fairway) se escuchó una voz que venía de arriba. No era Dios. Simplemente era Depetris que se había subido a una loma para captar señal 3G e reintentar un refresh del leaderboard.
"Señores, ya tenemos campeón del desafío Federal y se llama Gabriel Foglia!"
Algunos dicen que el Farinello derrotado maldijo por lo bajo, y rápidamente declaró: "Una merecida victoria, me alegro que Gaby haya ganado su primer Major"
Otros cantaban: "Es para Marcos que lo mira por Scrolf". Y otros simplemente pensaban más en la cerveza y la picada que consagraría semejante regalo del cielo llamado Desafío Federal 2012, Potrerillo de Larreta".
Los 12 Apóstoles





















