Finalmente se inclinó la balanza

Para cualquiera que necesite un poco de contexto, la corta historia de la Schneider Cup tenía sabor a indefinición.

La competencia que de amistosa nunca tuvo nada, pero que nunca abandonó los carrilles de la caballerosidad y el respeto, había quedado en un empate en 2009. Demasiado magro para dar inicio a algo que necesitaba un poco de sal y pimienta…

La edición 2010 de la Copa por equipos en la cual “lo único que importa es la Cerveza” tenía que resolver ese limbo y empezar a escribir una historia un poco más interesante para las estadísticas.

Un pequeño ajuste de reglas ayudó a que no haya partidos empatados y a que cada hoyo tenga un dramatismo superior. Cada pelota fuera de límites o en el agua significaba la casi segura pérdida del hoyo para esa pareja.
*Fotografía tomada con una cámara de medio megapixel. (Se acepta material de otros fotógrafos)

Entonces, con un día impecable en lo climático pero con un viento por momentos desafiante, cerca de las 10AM Ezequiel Gartner daba su primer golpe en el tee del 1 para iniciar una batalla que arrancaría mal para los del FGT, pero que con paciencia pudo remontar y finalmente sumar no sólo en lo individual, sino también en el fourball. Bolado, del bando Golfeta haría lo propio sobre su oponente “Chipi”, a pesar de no contar con un Depetris que arrancó muy inspirado, pero que no logró ayudar en el Fourball. 2 para el seleccionado del Foro, 1 para los Golfetas.

En segundo turno, un Castro Martinez que llegaba de punto no tuvo inconvenientes y desplegó un juego magistral que le dio una amplia victoria sobre Batista. El paño alcanzó también para asegurar la victoria en el Fourball, y para acompañar a un Domecq que llegó agonizando al 18, pero que podría haber empatado su match de no ser por un golpe magistral del “Coco” Basile que embocaba desde afuera en el 18 para hacer uso de su condición de Dormi, empatando para ganar con un dramático y arbolado doble bogey. Entonces, el partido se ponía Golfetas 3, FGT 3.

Al Coco Golfeta, le toco bailar al ritmo del Funk. Hector se impuso con trabajo, pero su compañero Marignolo se topó con un Zbikosky que acompañó estilo con efectividad. Una vez entrado en calor el bicho empezó a reventar la bola desde el tee y a tirar dardos al green. Zbicoscky estrenó figura en público y se anotó 2 porotos. Los Golfetas se ponían 5 a 4.

Y entonces, con el escenario preparado, llegaba el as en la manga Golfeta. La pareja despareja. El gordo y el flaco. Lo mejor de la escencia Golfeta. Un poco de Timba y un poco de mesura. Las cargas de profundidad de Lucho, y los calculados “Sand-Sand” de Capón. Paliza en esta línea. Ni Radicce ni campana lograron rescatar ni un punto. Más bien la crueldad del comité organizador les terminaría otorgando los eslabones perdidos en más de un pedaleo en falso. No alcanzó con la potencia de Radicce, a quién se lo veía bajar del green del 18 como si conociera las noticias que lo esperaban en el house.

La Copa Schneider cayó en manos Golfetas y ahí permanecerá hasta el 2011 cuando se vuelva a disputar.

La próxima selección del FGT difícilmente pueda superar la caballerosidad y camaradería del equipo del 2010, pero ya tiene el desafío de tratar de ganar el preciado Chop, y los Golfetas intentarán impedirlo con los únicos recursos que tienen. Corazón y pases cortos.