8 de julio de 2014

A la Bandera

No todos los años hay un mundial de fútbol, y mucho menos Argentina llega a las Semis. Pero hay algo que sí sucede todos los años en esta época.
Otro 9 de Julio se acerca. Otro palo de amasar buscando un portador y algún lechón vive sus últimos minutos en la Pampa argentina., y como no podía ser de otra manera en una fecha en esta época, todos tienen los colores de la bandera grabados en la mente...
Celeste y Blanco? Claro que no!

Hace algunos años, al crudo invierno se le sumaba el gran temor de salir último y hacerse acreedor del cilindro culinario. Claro que había un interés por ganar el torneo, pero resultaba, acaso, poco práctico el trofeo para el ganador… El Palo Dorado era una gran muestra de los principios de austeridad que gobernaban a este grupo en sus orígenes, pero era una patada en los dientes a nivel decorativo…

Hoy en día, tras un gran aporte del hermano gringo de Mateo, la batalla previa al lechón tiene el aditivo de saber que se compite por el único trofeo ambulante de los torneos golfetas. Ese que no tiene réplicas. Ese con 2 hermosos colores: 

La Verde Amarela

Y como si fuera necesario agregarle valor , esta vez el Banderín firmado por Cabrera acaba de ser revalidado con una contundente victoria del Pato que, en un orden poco ortodoxo, acaba de ganar su primer torneo No-Major de su carrera en la PGA.

El orden de salida al campo será el que dicta el ranking de la carrera a Pilar, así que este será el line-up:


Tee Time
orden
Apellido
Nombre
Matricula
HCP
09:30
1
Depetris
Gaston
84234
7
09:30
2
Castiella
Luis
33801
20
09:30
3
Bordoli
Marcelo
108486
16
09:30
4
Zbikoski
Javier
41085
11
09:20
5
Domecq
Roberto
45020
9
09:20
6
Basile
Martin
110626
7
09:20
7
Castro M.
Fernando
79680
15
09:10
8
Shaw
Matias
45185
7
09:10
9
Foglia
Gabriel
91584
20
09:10
10
Cimadevilla
Mariano
84224
9
09:00
11
Garlick
Matt
115858
19
09:00
12
Poncini
Pablo
93221
18
09:00
13
Bolado
Guillermo
75895
11



 y por supuesto la competencia será seguida por Scrolf o Similar (detalle no menor, pero aun no definido por el simple hecho de que a los golfetas nos gusta llegar a las competencias al estilo verde amarelo, ahora si por hacer referencia al hermano país y su estilo tan relajado… Con todo a medio terminar, pero con el objetivo de disfrutar…


Tudo Bem, tudo Joia!

7 de julio de 2014

El arte llega a golfetas

No señores, ninguno de los golfetas ha llegado todavía al nivel "artista del golf". Se podría decir que el swing del bicho misionero es un poema, pero no imagino nada más. Por supuesto somos artistas a la hora de comer picadas, debatir, levantarnos temprano para ir a jugar, mirar y leer todo lo que se puede, entre otras cosas.
Pues bien, a menos de 48 horas de la Lechon Cup, y mientras el Comité organizador hace agua por todos lados, les presento 3 óleos que acaba de terminar la madre de los golfetas rafaelinos, Graciela Beltramino de Foglia. La autora fue jugadora durante algunos meses en el Jockey Club de Rafaela, hasta que llegó a la conclusión de que era mejor dedicarse a otra cosa (los hijos todavía no se dieron cuenta que deben seguir el mismo camino, ya tendrán la sabiduría).
Grande mamá!!!!!!







1 de julio de 2014

Un Open Británico en La Orquídea.

Sin dudas, la foto del año. Penano nos abandonó antes del final pero previamente nos dejó este tremendo fotón.

Los golfetas ya hemos dado sobradas muestras de ser jugadores todo terreno. No hay cancha ni condición climática que nos amilane. Pero el domingo pasado, en La Orquídea, un valiente grupo de los nuestros ha marcado un nuevo hito. O más de uno. El que suscribe manejando por la Panamericana a 40 km/h quizás haya sido la primera señal de un domingo diferente. Una línea única compuesta por media docena de jugadores, sin dudas es un hecho inusual (además de ilegal). Aunque ambas situaciones están relacionadas con una misma cuestión, la muy densa neblina que cubrió una vasta zona del Gran Buenos Aires hasta el mediodía.

Bordoli, Castro Martínez y Charlot eran los integrantes de la primera línea. Castiella, Gaby Foglia y este servidor jugarían inmediatamente detrás. Los seis esperábamos en el tee del uno que esa nube en medio de la que estábamos se disipara al menos en parte. Pero no había caso, transcurrían los minutos y nosotros seguíamos en medio de una película de Harry Potter. Hacía frío, no veíamos nada y estábamos impacientes por salir a la cancha. Entonces nos comportamos como verdaderos golfetas y una vez más nos cagamos en todo. Los primeros tres hicieron sus tiros de salida. Se veían las primeras diez o veinte yardas de recorrido, después era cosa de adivinar o de establecer complejos cálculos sobre velocidad y trayectoria para entender dónde podía estar cada bola. De adivinar, bah. Como todo continuaba igual algún irresponsable dijo “peguemos los seis y seguimos esperando todos juntos pero más adelante”. Eso hicimos, pero como nada cambiaba seguimos de la misma manera hasta el hoyo 6. “Golfetas en la niebla”, tituló Lucho Castiella. En estos momentos estamos buscando a los representantes de Emilio Disi y Gino Renni para ver si quieren protagonizar la película.

Gaby Foglia reeditó, de alguna forma, su viaje a St Andrews

En el tiro al green del 1 las conversaciones eran “calculá que está a unas diez yardas del árbol que se ve a la izquierda”. No estábamos a más de 140 yds del green pero no había manera de verlo. Ni un poquito.  “¿La bandera está atrás o adelante?” preguntó algún gracioso de los que nunca faltan. Otra situación que describe bastante bien la extraña situación en la que jugábamos es el momento del golpe al green isla del hoyo 3. Todos le tiramos desde 120 a 80 yardas. Previamente Penano se acercó y nos marcó la línea, pero seguíamos completamente a ciegas. Era tirar, quedarnos todos en silencio y escuchar. Cuando llegaba el clásico sonido de una bola cayendo en suelo firme festejábamos. Cuando no escuchábamos nada, nos angustiábamos. Y un SPLASH provocaba la misma reacción que un tiro de Messi en el palo. Como éramos seis, se imaginarán que vivimos cada una de las situaciones descriptas. No, yo no fui al agua le digo al boludo que está pensando eso...

¿El golf? Bien, gracias. Ninguno hizo una tarjeta para enorgullecerse demasiado, pero tampoco le importó a nadie. Nos divertimos, pegamos algunos lindos tiros y la imposibilidad de ver nos permitía soñar que cada golpe había sido el mejor de nuestra vida. Al menos por un ratito.

Pero hay otro hito más. Cuando llegamos al green del 1 estábamos todos cerca pero sólo una de las bolas estaba sobre el pasto más cortito. Era la de Gaby, que aprovechó muy bien e hizo un solo putt para arrancar con birdie espectacular. Eso fue en el 1. ¿Qué pasó en el 2? Levantó pelota. Después de jugar en St Andrews, el mayor de los rafaelinos va siempre a todo o nada.

Así es el golf muchachos, como la vida misma. Uno va para adelante sin ver lo que le depara el destino. Pero con una buena dosis de entusiasmo, optimismo y buena onda, más alguna pizca de inconciencia, el camino se hace más llevadero.


Nunca sé qué va a pasar con la bola. Esta vez menos.