Memorable.

Así como en 2012 hice con el hoyo 11 (http://www.golfetas.com/2012/10/como-se-juega-el-hoy-11-de-playa-grande_4.html), este año pensaba escribir un post sobre cómo se juega el famoso hoyo 8 de la Catedral -green en regulación y par los tres días- pero me pareció que el evento  merecía una crónica más amplia, capaz de transmitir lo que se vivió durante la Silver 2013. Aunque quien dice una crónica dice dos. No estaría nada mal que Gastón también escriba su post. Acaso cuando hay un suceso muy importante no leemos en el diario la misma historia contada por los distintos protagonistas a lo largo de páginas y más páginas?

"Cómo te fue en el hoyo 3?" "Te cuento..."

La gran novedad de esta Silver fue que nos hospedamos en el mismísimo house del tradicional club marplatense. Esta gran experiencia ya daría para todo un post.  Aunque después nos quedemos debatiendo si es mejor dormir en el club o en el Costa Galana. Que es como preguntarse si es mejor comer carne o pasta, vacacionar en el mar o en las sierras, escuchar a los Beatles o a los Stones, ir al cine o al teatro. Todo dependerá del gusto de cada uno. A mí anótenme con dormies, pasta, mar, Beatles y cine. La verdad es que estuvo buenísimo. Esos cuartos que parecen monacales pero tienen unas vistas espectaculares del mar y de la cancha, la sala de juegos que tan bien retrató Mariano con su camarita mobile, el imponente salón comedor, el antiquísimo ascensor, todo súper especial. Tan especial como esta cosa algo loca de estar tres días en Mar del Plata y no ver, ni de lejos, el Hotel Provincial, ni el Torreón del Monje, ni los restaurantes del puerto, ni nada de nada. Hay algunos golfetas que actuaban como si, por salir del club, fueran a morir quemados como un vampiro a la luz del día. Hablando de película de terror, le dejo a Gastón el relato de una extraña aparición nocturna que vivió el Negro Shaw.

Arrancando de lleno con la parte deportiva, y ya que estábamos con el Negro, digamos que le ocurrió lo que a casi todos los debutantes. El primer día la cancha lo liquidó.  Él sufrió con los greens y sus palos sufrieron varios revoleos helicoptereanos. Una mejora importante el domingo, más el abandono de Guido Culasso y la caída de Gaby Foglia (ya nos ocuparemos de ambos) lo rescataron del fondo de la tabla.

En la otra punta de ese mismo listado nos encontramos con el presidente, secretario de transporte, chofer y ahora primer bicampeón de la historia de la Silver. Sí, hablamos del misionero del swing natural, del hombre de un solo caddie, del fumador de grandes cigarros y deglutidor de grandes canolis. Un ganador de punta a punta que supo sobreponerse a las rachas de viento de 70 km/h, a la lluvia que caía intensa y de costado y a la presión de sus más inmediatos contendientes. Bicho campeón carajo!

La línea final y el durísimo clima del domingo.

Lo de Gaby Foglia fue de mayor a menor. Venía súper bien el viernes en los primeros nueve, terminó no tan bien en la segunda parte de la cancha, cayó un poco el sábado y el domingo directamente se derrumbó. Dicen que lo de su hermano Marcos, con algún comentario malintencionado respecto a un birdie conseguido, lo destrozó psíquica y anímicamente. El sábado vimos una imagen sorprendente, el señor académico revoleando un palo que casi llega a la escollera.

Volviendo a lo más alto de la tabla, nos encontramos con una actuación digna de destacar. Fernando Castro Martínez estuvo meses parado por lesión, volvió en la Lechon para llevarse el palo de amasar y en el torneo más prestigioso del calendario golfeta la peleó hasta el final. “El golf da revancha”, pensó Penano. “Ésta”, le respondió Bicho.

Igualado con Penano terminó Mariano Cimadevilla. Que ahora que empezó a ganar majors parece que se los quiere llevar todos. Tal es así que estuvo en la pelea de punta a punta. Se ve que a los hombres del BAGC la cancha de Playa Grande les cae muy bien. Será que les resulta familiar el coqueto estilo de sus houses?

Ahora hablemos de otro jugador que estuvo alejado de las canchas: Matt Garlick. Si bien el americano loco, el que decidió echar raíces en esta región del mundo, supo adueñarse de la Silver, esta vez pareció que al hombre proveniente del desierto de Arizona no le cayó del todo bien el aire marítimo de La Feliz. Un viernes para el olvido le quitó toda posibilidad, más allá de su mejoría durante el fin de semana.

Gastón Depetris cargaba como siempre con la responsabilidad de ser “el candidato”. Y ya lo sabemos, no hay jugador en el mundo que pueda ganar siempre. De todas formas DP3 estuvo a la altura de las circunstancias. Se metió entre los punteros el viernes. Y terminó también muy bien el domingo, peleando por los últimos 18 hasta el final. Los dos días fui testigo de la calidad y solidez de su juego. No sé qué pasó el sábado, parece que lo dejé solo y la cagó.

El Coco Bordoli empezó el viernes ubicado en uno de los dormis VIP del Mar del Plata Golf Club y clavando un impactante 39 gross en la ida. Cómo terminó ese mismo día? Mudado a un cuarto de segunda categoría y cagándola a palos en la cancha. El golf es así mi querido Coco, como la vida misma. Se gana y se pierde. Y se pierde. Y se pierde. Y a veces se empata.

El Coco después de los 39 de ida y de la mudanza.

Juan Pablo Capón empezó el difícil día domingo prometiendo arremetida y sufrimiento de los punteros. Y terminó festejando emocionado haberme ganado a mí por un golpe, cuando desesperado por un baño caliente y sin la más mínima idea de cómo estaban los scores tiré un approach de 20 yardas OOB. Algunos testigos aseguran que su festejo, silencioso en la cancha, se convirtió en exabrupto al llegar al house. Nosotros no lo creemos Capón.

Hablemos un instante de un caso aparte: Guido Culasso Moore. El pobre está viviendo la típica comezón del primer año en su relación con Dieguito. De amor total en la Silver 2012 a instantes de tensión, decisiones puestas en duda, comentarios fuera de lugar (de Guido obvio) y una relación idílica que poco a poco se fue resquebrajando. Guido empezó bien, el sábado se convirtió en candidatazo y el domingo abandonó en el tee del 15 cansado del viento, de la lluvia y de la extrema lentitud de la última línea.

Y por último este cronista. Un arranque con quíntuple bogey  en el hoyo 1 el día viernes me auguraba una Silver de terror. Pero ese día terminé con un +7 neto, de los cuales +4 los había acumulado sólo en ese comienzo de pesadilla. Se acuerdan de mi crónica sobre cómo jugar el hoyo 11? Bueno, yo no me acordé. Así que de birdie-par-birdie pasé a bogey-par-triple bogey. Terminé la Silver en una mitad de tabla que podría sonar intrascendente, pero no. Clasifiqué por primera vez para la Carrera a Pilar.

El domingo el clima nos castigó mucho, pero la Silver igual fue una fiesta.

En la bondileta de regreso algunos comentaban que ya a esta altura, después de seis ediciones (en lo personal participé de las últimas cinco), se notaban los años de experiencia de la Silver Sea. No se referían a los cabellos caídos ni a las panzas crecidas, sino a cómo la cosa funciona cada vez mejor. Armonía grupal, organización impecable, tareas bien distribuidas y hasta una mejora ostensible en el promedio de los scores. La Silver está cada día más linda señores!