5 de octubre de 2012

¿Comando Golf 54H?

Ya lo dijo PP más abajo. Y no hablamos de su altura: "El golf no es para maricones", aunque, paradójicamente, por 5to año consecutivo nos hayan permitido ingresar a La Catedral.

No tiene mucho sentido matarse tirando bolas en el driving, si después no podemos sacar approach y putt desde el collar a 3 metros de la bandera. O si uno se para en el tee del 8, jugando como 17, o como hoyo 53, y un colapso mental nos impide hacer menos de 10.  Esa es la magia del Medal Play. Eso que alguna vez nos llevó horas de discusión. El Major Golfeta más importante de todos, tiene que ganarlo el tipo que tenga los huevos para ganarlo. Y el resto tiene que aplaudir y valorar como nunca en el año, semejante hazaña. Pero ya hablaremos de nuestro héroe.

El 5to viaje a la Feliz encierra una matemática muy sencilla. Para los que no se perdieron ninguna, redondea un número importante. Son 4800, pero si sumamos los movimientos internos, llegamos a unos 5000 kilómetros de Bondi, Bondileta, karting o caminata entre el hotel, el house, viento en Popa y la mar en coche.
Desde la izquierda: Bolado, Poncini, Castiella, Zbikoski, Culasso, Domecq, Depetris, Bordoli,  Castro Martinez, M. Foglia.  Capón Filas, Garlick, Basile, G. Foglia.

Y tanta milla acumulada ya se nota en la organización. Encuentros bien sincronizados, puntualidad, reservas, tareas distribuidas y delegadas. Horarios, pagos adelantados, regalos de cortesía, mediaslunas o sanguchitos de miga, conservadoras, Whisky (single Malt o Blend), Sprite Zero, cigarros y mandioca frita. No faltó nada.
Como cada año, los Golfetas arrasan con la noche Marplatense en Avenida Alem con su ritual del canoli.

Y a pesar de que alguno sienta que le faltó cumplir algún rol, estuvo ahí, aportando su alegría, su oído, su opinión, sus gritos y canciones, con todo lo que eso significa. Y como Capón nos extrañaba no sólo que fue, sino que fue 2 veces! Mención especial para semejante actitud. Lo único que se perdió fue el Canoli...

Nadie de afuera entendería el meta-mensaje de esta imagen, que no fue tomada en el viaje, pero que tan bien resume una constante en este lustro de Silver Sea.
L.L.L.C.D.T.H.

Golfetas es un ecosistema balanceado que año a año se pone a prueba a fines de Septiembre, obteniendo siempre las más altas calificaciones.

Yendo a lo deportivo, se puede ver claramente en los leaderboards del Viernes, Sábado y Domingo  que Guido Culasso Moore nunca perdió el foco, a pesar de haber terminado el sábado a 1 de la punta, y en un sanguchito entre los ex-campeones, Depetris Tercero (Tercero en la tabla, no como un Davis Love III, por ejemplo, o un Carlos IV, bah. creo que se entiende), Castro Martinez Primero (a propósito, a miren como le decían a Enrique I)  .

El Rosarino llegaba con un primer objetivo muy claro. Tratar de terminar los 54 hoyos. Objetivo muy ambicioso para un anti-Taliban que a partir del hoyo 13 suele refunfuñar cuando las cosas no salen bien. Dicen que en la segunda ronda no habría embocado todo lo que embocó el viernes, pero este cronista no lo presenció, así que lo dejamos en lenguaje de periodismo moderno.

El momento crucial. Una cortada al rough y lo que eso trae aparejado... 8. Lamentablemente no hay fotos de los otros 17 hoyos de pura lucha que lo volvieron a poner en el podio.

El hoyo 10, que suele ser la zurda que te prepara para que el 11 te ponga el derechazo al mentón, esta vez fue benévolo para con el resto del field. Cómo? noqueando al puntero que arrancó abrumado en ese hoyo (bah, abrumados estábamos todos, climáticamente hablando).
Nuestro tesorero administró mal, y se desayunó con ese 8 que a todos nos llegá, y que lo sacó de la punta.

Mensaje desde el fondo para las 4 lineas, que nos recordó que nada estaba dicho hasta el final. Y uno que tomo nota fue Depetris, que quería ganar por muchos motivos, entre ellos el del desafío contra la presión de ser candidato, junto con el Bicho.

Y ahi nomás empezó la persecución que ni Bob ni Penano se querían perder, y en el silencio de la batalla, lo único que se escuchó durante horas fueron los diálogos entre caddie/Jugador.
"Estás seguro", "Dale tranquilo que ese es el palo", "Sube?", "Si, pero no tanto, sube la loma y es plano", o uno que me tocó personalmente en el green del 18 después de jugar un largo putt en una bajada que quedó dado: "Buen Putt, no te tenía ni un poco de fe". Palabras de mi caddie, que en unos hoyos antes me había dicho, "dejate de joder porque te voy a sacar el putter"

El arranque de la vuelta parecía un orquesta de cuerdas armonizadas por Mozart en un acorde de 7ma, que es el yeite musical para generar suspenso antes de un final a todo trapo. Los netos de 35 de Dp3 y Bob no bastaban para darle alcance a un Culasso que no fallaba. Castro seguía cerca, mejorando mucho a la vuelta, y adelante sin perder pisada iban Bolado y el Bicho, con los ojos inyectados en sangre, olfateando los puntos que necesitaban para ganar la orden de merito 2012.

Y ahí, fue cuando faltaban 6 hoyos, Culasso sacó la chapa de Campeón cuando vio caer primero a Dp3 a partir de un OOB en el par 5 del 3. Esos 10 cm afuera le mojaron la pólvora al candidato que tras el derrape agarró mal las curvas del 6 y del 7, resignado.
Tampoco aflojó cuando a Bob le cayó una bóveda encima en el 5, tras una desafortunada pelota clavada en la pared de un bunker, aunque se mantuvo en foco prendiéndole una vela a Reglini. Y Reglini lo cagó.

Castro aprovechó y se prendió con el Bicho y Bolado para terminar en un tripenetrante segundo puesto triplemente compartido.

En definitiva, y a pesar de los esfuerzos de todos, Guido llegó al último hoyo con la tranquilidad de llevar una ventaja como de 10 golpes, y ahi se permitió distraerse, quitarse el turbante Talibán y  empezar el festejo derrochando algo de todo lo que había ahorrado durante las 3 vueltas.

Emoción en la entrega de premios. Dale Campeón, Dale Campeón!

Gaby Foglia se llevó el Long Drive, y junto con PP se repartieron esos otro simpáticos premios que siempre hay para mitigar la paliza marplatense.

Un nuevo Campeón se suma al selecto grupo, que ahora es de 5.

Bolado se llevó casi todos los demás premios. Best Approach, Ultimos 18, segundo puesto por desempate automático, y un par de días despues, tras poner a todo su estudio a auditar los números de la Carrera, se alzó con el título de ganador de la Orden de Mérito. Sin dudas, los 2 grandes ganadores.

Quien recuerde la cena de la Lechon anterior, y a los ocupantes de la cabecera de la mesa, debajo de un sugestivo cartel pegado a la pared... una premonición?

4 de octubre de 2012

Cómo se juega el hoyo 11 de Playa Grande

Por: Pablo Poncini

Terminó la Silver. No gané (ni estuve cerca), no triunfé en los últimos 18 (ni estuve cerca), hice tri putts en cantidad y también algunos cuatri putts, tiré pelotas fuera de límite, pegué papas, luché y perdí contra los roughs, arruiné una muy buena idea con un séxtuple boguey en el 9, por momentos me enojé y en ocasiones me deprimí. Pero me llevo dos grandes triunfos. Por un lado no caí nunca en el bunker de la lechuza.

Pero mi victoria más importante sin dudas fue la que da sentido a este post: me convertí en el rey indiscutido del hoyo 11. Sí, birdie-par-birdie es un resultado inesperadamente bueno para mi pelea contra un hoyo que en el pasado supo destrozarme sin piedad..

Por eso, mientras esperamos el post de nuestro director deportivo contándonos los pormenores de esta Silver y la gran coronación de Guido “les gané de punta a punta” Culasso, va una clase magistral sobre cómo jugar el hoyo 11 de Playa Grande. En 11 capítulos, como corresponde.

  • No importa los problemas que haya sufrido en el siempre estresante hoyo 10 (bola o bolas a la calle o a los matorrales). No importa lo mala que haya sido su ida. No importa que el salame del sanguchito del bar del 9 estuviera rancio. En cualquier caso diríjase al tee del hoyo 11 con confianza. Camine erguido y con resolución.  El hoyo 11 de La Catedral -como todos los hoyos de todas las canchas de golf del mundo- fue hecho para tipos con huevos.
  • Agarre el driver. Nada de mariconear con un hierro. Y mucho menos una decisión a mitad de camino, como la de manotear un híbrido o una madera 3. Una pelota no vuela al rough de la derecha o al fuera de límite de la izquierda porque el palo es largo, lo hace porque el golfista es cobarde.
  • Apunte a la derecha del fairway. No al medio, a la derecha. De manera que el terreno la vaya acomodando suavemente en la zona de pasto lindo. ¿Qué? ¿Qué teme irse al rough de la derecha y por eso no se anima a apuntar hacia ese lado? Pues ya lo hemos dicho mi amigo, el golf es para gente valiente. Si no se anima mejor váyase a mirar los lobos marinos a la escollera Sur. Tienen muy mal olor pero están detrás de un alambrado, o sea hque asta un maricón como usted puede estar tranquilo.
  • Aíslese del entorno. No le preste atención a sus compañeros de línea, esos dos tipos que mientras usted comienza su backswing sonríen socarronamente. Sí, mientras su brazo izquierdo se estira lentamente hacia la derecha buscando el punto justo desde donde pronto comenzará a darle velocidad al palo, usted sabe qué significa ese guiño de ojo -también en cámara lenta- que uno de sus compañeros le dedica al otro: “mirá cómo este boludo le pasa a la bola por arriba y la termina tirando al rough de la izquierda apenas a veinte yardas de donde estamos, ja, ja, ja”. Haga de cuenta que usted no percibió nada, tampoco si a esa conversación telepática se suman los jugadores que están en el green del 10 agregando conceptos como “es un burro” o “es de madera terciada”.
  • Péguele haciendo de cuenta que está apuntando a un fairway de 100 yardas de ancho sin obstáculos de ninguna clase. Es fácil. Sólo se requieren swing y control mental. El alto del rough no influye si la pelota no va al rough. Como tampoco influye que en la playa haya banderita celeste o colorada.
  • Su pelota voló una buena cantidad de yardas hacia la derecha del fairway, picó y se largó hacia el medio y hacia adelante? Entonces sigamos. De otro modo, vuelva al punto número 1.
  • Si usted está leyendo este párrafo es porque su bola está en el medio del fairway o cayó apenas a la izquerda, y porque está claramente a tiro del green. Felicitaciones, está en el camino correcto.
  • Tome el hierro necesario como para que su bola vuele en dirección al bunker de la derecha y pique unos cinco metros antes del bunker o del green. Le parece peligroso apuntarle al bunker? Por favor, me va a obligar a enviarlo a usted también a la escollera Sur.
  • Si realizó el tiro correcto la bola caerá en el ante-green (o ante-bunker) y hará un par de rebotes hacia la izquierda, eludiendo el bunker y metiéndose en el green. Si pica a un metro del green, se irá hasta el fondo. Si poca algunos metros antes, se acomodará a salvo en el medio del green.
  • Analice el green. O pregúntele a su caddie, si es que el muchacho tiene alguna idea de la cancha. O de golf. De todos modos hay una regla que indica que todos los greens caen hacia el mar. Y este no es la excepción.
  • Ejecute el putt con delicadeza y haga rodar la bola con suavidad. Entonces se encontrará con un par o con un birdie. Fácil.

Espero que les haya servido amigos. En todo caso recuérdenme leer este decálogo el año que viene, después de que el día viernes le haga un cuádruple bogey a este lindo hoyo.