Mejor imposible

Todos los participantes instantes antes de salir hacia Mar del Plata.

El Tipo lo venía buscando hacía años. Como el personaje de Jack Nicholson buscaba liberarse del T.O.C. (Trastorno Obsesivo Compulsivo) en la película que le da título a esta crónica. Pero por “H” o por “B” la suerte le había sido esquiva. Justo a él, casi el padre de la criatura allá por los albores de la era golfeta, la Silver Sea Invitational se le había negado en tres ediciones.

Apenas un 4º puesto en 2008 había sido lo mejor que había podido cosechar. En 2009 fue 7º y en 2010, 10º, resultados que hacían presagiar una serie descendente, casi candidato a la medalla de gimnasia artística: no olvidemos que nuestro, hasta ahora tácito, héroe no cosechó ningún voto en la encuesta previa a la competencia.

Y como para agregarle dramatismo, su participación estuvo en duda hasta último momento por una reunión tan inoportuna como seguramente inútil. Nada hacía presagiar una victoria.

Veteranos y debutantes: GCM y FCM ya suman 4 SSI; Marcos Foglia y Martín Basile, su primera

Pero El Tipo apareció sorpresivamente en la madrugada del viernes 30 de septiembre en Dorrego y Figueroa Alcorta, asegurando su “partishipaiyon”. Y salió a la cancha dispuesto a desplegar su mejor golf y domar a esa campo de golf donde El Diablo perdió el poncho. 70 golpes el primer día, para ubicarse puntero, puesto que nunca abandonó y que nunca estuvo en duda. La faena tuvo su pico máximo con el 68 del segundo día, para coronarla con un 73 en el cierre. Suficiente para dejar sin aspiraciones al resto de la tropa golfetera: “¿Quién saldrá segundo?”, preguntó irónicamente uno de los competidores que pidió el anonimato.

Punteros: ni Bordoli, ni Zbikoski ni Domecq pudieron con Depetris.

El gran Roberto De Vicenzo dijo alguna vez: “Para ganar un torneo hay que jugar bien 72 hoyos. Para perderlo, basta con jugar mal uno.” El Tipo hasta hizo trizas la gran frase de El Maestro: basta con mirar el 9 que anotó en el par 5 del hoyo 13 para corroborarlo. Trece fue justamente la cantidad de golpes que el ganador le sacó al segundo, Roberto Domecq.

El campeón y su caddie: "Sin él no hubiera embocado ni la mitad de lo que emboqué". Sinceridad.

Gastón Depetris, El Tipo que protagoniza esta historia, se consagró campeón de la cuarta edición de la Silver Sea Invitational con un score de 211 (+1), un nuevo record que será difícil de superar. Se suma a Javier Zbikoski, Fernado Castro Martínez y Matt Garlick en la elite de los campeones del evento más importante de la Temporada Golfeta.

Los campeones: Depetris (2011), Garlick (2010) Castro Martínez (2009) y Zbikoski (2008)

Las ráfagas de viento de hasta 60 kmh que soplaban en Playa Grande hicieron apenas perceptible el grito que llegaba desde los alambrados de Alem: “¡Es un afano, suspéndanlo!”

¡Felicitaciones Campeón!

Premiación: el Presidente, Bordoli, entrega la copa de la SSI 2011 al campeón.

Esta historia no sería completa sin citar a la organización, que también justifica su título.

Será difícil superar los estándares alcanzados por el Secretario de Transporte, Javier Zbikoski, la Comisión Directiva y de todos los que con su granito de arena colaboraron con las reservas, los premios, opiniones, sugerencias, chistes y ocurrencias. Y a todos y cada uno de los 16 jugadores que participaron.

Risas en el tee del 10 de Playa Grande.

Ni hablar de la buena onda que imperó durante los tres días de convivencia y competencia. Que también justifican el título: Mejor imposible.

This is the end: todos los participantes en la entrada de Playa Grande..

Todas las imágenes del evento

Leaderboard final

Y estos fueron los resultados:

Round 1 | Round 2 | Round 3