Fe de erratas

Conmoción.
Eso es lo que se vive en estos momentos en la subsecretaría deportiva. Acusaciones cruzadas, chivos expiatorios, excusas ridículas. Nadie se hace cargo del muerto.

Parece ser que lo que había sido anunciado con bombos y platillos, resulta no ser tal cosa, y ahora alguien tiene que salir a dar la cara. “Al final, no se para que m… me meto en estas cosas”, “Estos Finlandeses son un desastre programando, etc, etc.”, “Y que querés si hacía un frio polar”, “Disculpame, pero no puedo estar pendiente de toda la línea” fueron algunas frases que se escucharon en el despacho de DP3, esta tarde cuando un golfeta llamó por teléfono.

“Escuchame, Ladrón de gallinero”
“Momentito, eh! Más respeto, con quien te pensás que estás hablando?”
“Te la hago corta. Estoy analizando la planilla que publicaste y te cuento que en el hoyo 13 hice par, y nó doble bogey, pedazo de garca!”

No había nada que discutir. Depetris repasó la cancha. El 10, el barcito (cerrado por cierto) y el 11 y el 12 que van, y ahí está el 13, obviamente.
Es ese suave dogleg a la izquierda que flanquea al 14, que luego vuelve. Depetris recordaba perfectamente haber pegado su drive tan abierto que aterrizó de contramano, en el fairway incorrecto, pasando el guerrero. Drive que Febré y Capón vieron caer de frente mientras se disputaban la perruna..
Recordaba también que Castro M. había pegado un poco menos abierto para quedar entre los árboles de la derecha, reposando sobre la pinocha.
Pero a esa altura, el oriundo de Martinez, atesoraba (cuac) serias intenciones de seguir punteando y no se conformó con el bogey que tenía. Desde la pinocha y con un viento que no ayudaba la puso en el green para intentar un birdie que no pudo ser, por aquella regla de que el 100% de los putts cortos no entran.
No había dudas, Castro había hecho un 4, y sin embargo el tablero electrónico marcaba un 6. Un bochorno.

Buscar excusas es ridículo: “Y bueno, yo manejaba un iphone que no era mío” se llegó a escuchar. El score probablemente se haya cargado mal en ese momento. Y al no haber un sistema de firma de tarjetas, el Eclectic (y la debacle que sufriría el damnificado entre los hoyos 17 y 18) disimuló semejante error, que recién pudo descubrirse cuando a Castro se le empezó a enfriar el compresor.

Depetris inmediatamente llamó a unos auditores para que investigaran y arreglaran el entuerto. Y los auditores encontraron otro problema más: Garlick no habría terminado “Even” como mostraban los iphones, sino que terminó +3. EL motivo? Simple, no se le había aplicado el 85% del hcp y su tarjeta de 90 golpes no da un neto de 73, sino de 76.

Qué significa todo esto? Un par de cosas:
1. La experiencia dice que hay que precargar los torneos con más tiempo, y no arriba de la bondileta discutiendo métodos de desempate…
2. Que las posiciones de la carrera a Pilar se modificaron, tal como se puede ver en el recuadro de la derecha. Los cambios más importantes son, la entrada de Castro M., y la salida de Marcos F.
3. Los resultados definitivos son estos (guido, no borres este DOC)

En horas de la noche todo estaba arreglado, y tanto Castro como Dp3 quedaron en buenos términos. Sin embargo trascendieron un par de frases que soltaron.

“Viste como son estos, hay que estarle arriba de los números porque son un peligro…”
“Lo importante era entendernos, no quiero que la próxima cena me salga un dineral…”