El culto a Rama Putra

Estimados, ante nuestra próxima visita a los bosques de Cariló, creo oportuno comentar lo ocurrido en Hindú hace algunas semanas, donde Castiella, Garlick y yo hemos podido ver como nuestro benemérito presidente realizaba esotéricos rituales en el hoyo 5 primero y en otros, más tarde, con creciente grado de desesperación. En el momento, y por respeto a su investidura no nos pareció indicado decir nada, pero más tarde me puse a investigar como podía ser que el Presi que venía jugando bien, de repente en un hoyo se encaminaba cansinamente al tee rumiando sobre el bosque y los árboles, y pegaba una cortada furibunda al medio del bosque al grito de RAMMA-PUUUTRAAAAAAAAAA!!!!

Resulta ser que Rama-Putra es una antigua deidad Hindú de los bosques, vengativa y cruel, se empeña en atajar pelotas con sus putras ramas y deglutirlas o en ocasiones rebotarlas fuera de límites o al cauce de algún arroyo, forzando a sus pobres dueños a sufrir un purgatorio personal en la búsqueda del corcho perdido. Rama-Putra detesta ver sus pristinos bosques bombardeados por corchos infectos, pisoteados por salvajes que revolean palos con los que agreden los árboles, luego putean en varios idiomas con lo que asustan a los pájaros. A su entender, su única ventaja es que alimentan a los mosquitos, y eso solo sirve en verano por lo que Rama-Putra se vuelve mucho más intolerante en invierno. Según Rama-Putra estos viles seres merecen perderse para siempre en los bosques.

El culto a Rama-Putra cuenta con muchos caddies como sacerdotes. Son esos que todos ya hemos sufridos, que nunca, nunca saben a dónde va la pelota. Esos mismos que no pueden encontrar una bola en el bosque ni aunque les pegue en la cabeza. Pero que luego de buscar infructuosamente tu bola, salen del bosque con cara de triunfo y los bolsillos llenos de otras bolas encontradas en los lugares más inverosímiles. No son caddies, son sacerdotes de Rama-Putra recaudando ofrendas. Como toda jerarquía religiosa, ésta también tiene sus sacerdotes truchos, que traicionan a la iglesia. Son los caddies que te esperan despues del bosquecito, del otro lado del alambre con una bolsita de plástico y te gritan "100 pesito, don, son toda' provi!", uno con sorpresa luego descubre que ahora hasta TopFlite hace provis...

¿Cómo debemos proceder ante esta entidad? Podemos aprender de nuestro querido Sr.Presidente quien, cual rey Egeo mandando las vírgenes atenienses al laberinto del minotauro, sacrificaba pelotas al bosque para apaciguar a Rama-Putra. El problema fue que el dios exige un mínimo nivel en las ofrendas, claramente los corchos inmundos de Febré no estaban a la altura. El resultado fue inmediato. En el hoyo 6, clavo un 8 luego de pasear por los bosques. Los demas, infieles irreverentes fuimos duramente castigados también. Yo hice un doble bogey en el 7, me la pasé buscando una pelota en el bosque en el 10, y el peor castigo fue en el tee del 18 cuando un potencialmente excelente drive rebotó con la punta de una rama putra y volvió hasta el tee de salida mientras entre el silencio de mi bronca y las risas aguantadas de mis compañeros de línea se escuchaba un susurro entre los árboles: "seguí participando, gil". Cabe destacar que no fuimos los únicos. Castiella y Garlick también jugaron al pinball con varias plantas. Y supe que el Poio había sido disciplinado de similar manera en el tee del 18.

Así que ya saben, la próxima vez llévense una ProV1 nuevita y desde el tee sacrifíquenla al grito de TOMAAAA RAMA-PUTRAAAAAAAA, esperando que el sacrificio sea aceptable para que Rama-Putra no se dedique a practicar el Kama-Sutra con nuestras tarjetas.

Bob.